CASOS DE ÉXITO

BIOFERPEZ: FERTILIZANTE LÍQUIDO A BASE DE RESIDUOS DE PESCADO

En medio de la crisis alimentaria y agrícola debido a la guerra en Ucrania la seguridad alimentaria y calidad de vida de las poblaciones en todo el mundo se ha visto afectada. En este contexto la innovación en pesca y acuicultura es importante porque ha permitido, gracias al PNIPA, la elaboración de un fertilizante orgánico a partir de residuos de pescado, resolviendo dos problemas en el distrito de Santa Rosa en Lambayeque: la contaminación ambiental por disposición inadecuada de residuos del proceso de pescado seco, salado y ahumado; además de la escasez de fertilizantes orgánicos para la agricultura. 

La alianza que ejecuta el proyecto está conformada por la Asociación de Procesadores Artesanales de Productos Hidrobiológicos del Centro Pesquero de Santa Rosa y el Instituto Tecnológico Enrique López Albujar de Ferreñafe.

El proyecto, que inició en el año 2020, logró un fertilizante orgánico sin olor, que además de contribuir a la descontaminación por el segundo uso que se les da a las vísceras de pescado, viene dando un valor adicional a la producción pesquera artesanal de la Asociación, donde el 60% de los socios son mujeres.

La metodología para la elaboración del fertilizante consiste en un tratamiento térmico de las vísceras de pescado que luego es combinado con un consorcio microbiano que está compuesto por un grupo de bacterias acido-lácticas. 

Como productos del proyecto se lograron dos presentaciones: Bioferpez líquido o biol y la parte sólida o Bioferpez sólido o biosol, ambos muy ricos en nutrientes y vienen siendo aplicados en diversos tipos de cultivos de la costa, de la sierra y de la selva con enormes ventajas frente a los demás abonos tanto orgánicos como sintéticos.

Alta productividad para cultivos

 

El Bioferpez se ha probado en parcelas demostrativas de frijol caupí y maíz. Durante la aplicación se ha notado que el producto no solo funciona como abono foliar, sino también como desestresante de la planta en una zona de elevadas temperaturas como es Santa Rosa.

 

En el caso de maíz el Bioferpez funciona como un repelente o un controlador de la especie Spodoptera frugiperd, una plaga potencial en maíz.

 

El producto ha permitido un ingreso extra a los pescadores de la asociación que ejecuta el proyecto en este contexto de pandemia.

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